<< La arquitectura afecta a todos nuestros sentidos, y no sólo a la vista. La percepción de la arquitectura, pues, es una actividad que implica todo el cuerpo: sentir en la piel el calor del sol al amparo de un patio soleado, a las refrescantes sombras de la arcada que lo rodea, escudriñar el ritmo y la escala de una fachada, escuchar el volumen de una habitación, sentir la dureza de la piedra, la suavidad de los azulejos, oler el aroma del seto de boj que bordea un jardín, probar el frescor del agua de una fuente. Todo eso es arquitectura. >>
5.kapitulua, 107. orria
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